domingo, 24 de abril de 2011

Mi primer Sant Jordi como escritor



Los malos presagios no se cumplieron; las nubes se asomaban como con ganas de jugar, tapando el cielo y destapándolo a cada roto, algunas gotas que encogieron la mirada de los libreros, pero todo falsa alarma. En la plaça de la Porxada había ambiente de mercado medieval, la gente de arriba abajo, la música de ambiente y los trobadores -nosostros -encaramoados a una tarima desde la que contar nuestras cosas, mientras la gente iba a lo suyo, mirar, comentar, leer. Foto de família con los escritores de la comarca -vivímos codo a codo y no nos conocemos -y corriendo a Barcelona, con mi amigo Alfonso, el librero de Maite, tan nervioso y entusiasmado como yo: nuestro primer Sant Jordi; él al frente de la mítica librería y yo detrás de una pila de libros frmando codo a codo con otros escritores- alguno más feliz que otro en función del desengaño -; charlas, risas, confesiones, críticas y mucho cariño ¿Cuántos libros? qué sé yo, para mi cada uno eran mil, un milagro que se repetía una y otra vez, como para darme tiempo de asumirlo.

Por la tarde bocata rápidito, el tiempo que aguanta y los editores que cruzan los dedos. Y cap a Sant Celoni, a la plaça de la Vil.la. Más amigos, más desconocidos que quieren dejar de serlo cruzando el puente de palabras que nos separa. Ambiente de fiesta.

Un día para no olvidar...

y yo que me he quedado sin mi libro.

2 comentarios:

  1. Me parece fantastico que poco a poco recojas la cosecha del exito que te mereces. En cuanto a lo de la firma de libros y a la celebridad, será cuestión de que te vallas acostumbrando. Un gran saludo.

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  2. No camino con la celebridad, Guasso, nosotros sabemos que se besa uno mejor con la paz y la felicidad íntima de caminar nuestro camino. Un abrazo

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